Camisetas Badmom, diversión y diseño

¡Es la novedad de la semana! Bienvenidos a Badmom , la marca berlinesa que hace sentir bien a las madres, en Firmaman.
¡Harto de la madre perfecta y otros mensajes que tienden a hacernos creer que debemos ser sin defectos!
Nos enamoramos del humor poco convencional de esta etiqueta creada por dos hermanas, Lara y Joanna, para decir adiós a la imagen excesivamente perfeccionista de la madre ideal y, finalmente, invertir los papeles para poder decir: sí, estamos orgullosas de ' ¡Sean malas madres!

Así que nuestra elección recayó en primer lugar en la camiseta “Pausa” : porque, de vez en cuando, nos gustaría sentarnos y transmitir el mensaje a quienes nos rodean.

Luego, el combo sudadera mamá + body bebé “24/7” , un pequeño guiño discreto a la realidad: ¡devoción las 24 horas del día, los 7 días de la semana!

Y, por último, el gorro de “Noche Corta” porque, sí, las noches son tan cortas que nos vendría bien una siesta…

Todos los modelos son de algodón orgánico, con un enfoque verdaderamente eco-responsable, sustentable y fairwear.

Pequeño bono personal: no, la madre perfecta no existe, excepto en el divertido sketch de Florence Foresti que describe a esta madre llegando frente a la escuela maquillada y lista a las 8 a.m., sugiere que los padres preparen un Power Point para la próxima reunión de padres. profesores y que, al mismo tiempo, le dice que no a su hijo mientras le explica con calma el motivo! En la casa de al lado, Florence Foresti sale corriendo de la cama y le grita a su hijo bajo la mirada desaprobadora de... ¡la madre perfecta!
Sabemos que avergonzar a las madres es una práctica común, ya sea a través de frases cortas y mordaces (“Está demasiado cubierto”, “¿Estás seguro de que ha comido lo suficiente?”…) o miradas hirientes. Y, curiosamente, a menudo proviene de otras mamás.
Recuerdo un viaje en avión durante el cual me dediqué a cuidar y mecer a mi bebé para evitar que llorara y molestara a mis vecinos. Y luego, 5 minutos antes de aterrizar, se puso a llorar y entonces dispararon las ametralladoras: los vecinos me miraron con un puchero de desaprobación. ¡Me dije a mí mismo que la próxima vez no me tomaría tantas molestias por su bienestar!
Por eso soy extremadamente comprensivo con los padres en este tipo de situación. Empatía, respeto y sonrisa deben ser las palabras clave.
Que un bebé llore a tu lado en el avión, sí, es doloroso pero no es culpa de los padres (a excepción de los que hacen más ruido que sus hijos, ¡eh!). Así que demos una sonrisa en lugar de un comentario estúpido o una mirada cruel. Mostremos cohesión en lugar de comparar y juzgar…